11 ago 2009

Las entrañas del ser maldito I




Todo havia comenzado una noche como cualquiera en la que sali a cazar unas presas en las montañas sercanas al pueblo de manchester, como siempre era algo normal que saliera a comer humanos pasada la media noche estabe en mi naturaleza el hacerlo, el saborear sus intestinos, sus miembros de brazos y piernas, ese liquido tan calido y sutil que llamamos sangre, ah que es un mangar sabrozo que pocos suelen disfrutar, algunos humanos tontos que se creen la gran cosa comiendo carnes crudas y bebiendo de algunos animales, jah como si eso los convirtiera en verdaderos seres malditos, en verdaderos demonios y vampiros, jah son muy pocos los puros de ambas especies, y mucho menos simples humanos que juegan hacer otra cosa, nos alimentamos de ellos y ellos de otras especias, como dicen la supervivencia del mas apto siempre sera una ley universal eres mucho mas fuerte, podras vivir mucho mas que ellos.
Como decia era una noche hermosa un bello cielo estrellado con una luna llena completamente redondeada con un brillo blanco aperlado que solo ahora se apresia en los campos abiertos y ya no tanto en las ciudades.
Desendi en una casa grande, no era como las muchas otras que havia comido, esta era mucho mas grande mucho mas elegante, posiblemente una familia de nobles o algo semengante, al parecer solo irian ahi de fin desemana, lastima que seria su ultimo fin de semana.
Al llegar al suelo primeor mis puntillas se posaron en el mismo un cesped blando, humedo y pequeño lo senti atraves de mis botas, sonrie mostrando una dentadura con colmillos y blanque que se notaria si algien estuviera serca, la familia estab atras en el patio trasero por asi desirlo pues todo era un enorme patio, situado a un laod de un pequeño estanque, estaban sentados en un pequeño circulo, hecho por cinco personas, el padre, la madre, y tres hijos, un varon el mayor al aprecer puyes su estatura exedia a la de las dos bellas niñas que estaban ahi, una mayor que la otra, sonreian y por que no hacerlo, disgustaban de una hermosa cena de azar salchichas y malvaviscos a la la luz de la luna en su propio mundo de fnatasia y alegria, jah aun recordando eso incluso ami un ser maldito pude sentir una paz grata viendoles cantar y jugar a la luz calida de ese hermoso destello de fuejo.
Me quede quieto esta pensando dentro de mi que podria no comer esa noche, que podia dejar a una familia gozar de su dulce dia.
Pero o sorpresa la hijas dle medio no pudo contenerce y dio un enorme grito de panico y miedo, el cual alerto a toda la familia, me havia visto ami, tanto fue su suto que grito y ese chillido de niñas que hacen aaah peor cuando rasgan la superficie de algo, entro en mis oidos, cerre con fuerza los ojos rogando que se callara, a lo lejos oi los gritos del padre dandole indicaciones a la madre de que metiera a sus hijas a la casa y al hijo pidiendole que le diera su rifle y que tomara el suyo.
Cuando me di cuenta de lo que havia sucedido estaba en una de las habitaciones, al parecer de una niña.
Observe por el espejo, me di cuenta de que tenia en mi mirar esos ojos rojos que marcan a muchos de mi especie y otras cuando son controlados por su lado maligno, mis manos cubiertas de sangre las notaba atraves de los leves destellos de luz de luna llena, un sollozo de angustia y miedo alcance a oir atras de la cama, a mi al rededor dos cuerpos uno a mi derecha y oto a mi izquierda, una muijer adulta y una simple niña de unos ocho años de edad.
El sollozo se incremento y se perdio ante el sonido de un llanto de la hija del medio, me aserque delicadamente mientras note en la esquina al lado de la cama a la niña tan fragil tan indefenza llorando por su vida, al levantar la mirada note que por la ventana a la luz del fuejo havia dos cuerpos mas el padre y el hijo.
MIre fijamente a la niña y le extendi mi mano ya con una mirada normal mis ojos grises brillosos se notaron, la niña paro de llorar y me miro con unos ojos azules profundos como los que nunca nadie me havia podido ver, se me quedo mirando se seco las lagrimas, sus cabellos dorados los note enseguida, aun con miedo no extendio su mano y se me quedo mirando en silencio esperando asi su destino de dejar de vivir.
Le mire fijamente a sus ojos azulados y le sonrei diciendo.
-descuida princesa... ahora yo te servire y te protegere, aceptas el pacto...-
la niña sin hablar mas tomo mi mano temblando, al hacerlo una luz del estrewcho de esas manos brillo y salio disparado por la ventana.
Aquella pesadilla podria haver acabado, o simplemente podia haver empezado...
En esa noche muchas preguntas se vinieron a la cabeza de ambos las cuales solo podrian responderce con el paso del tiempo entre ambos seres...

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